lunes, 8 de octubre de 2012

Capitulo 15 - fin!


Tengo miles de cosas para hacer, cada vez mas y mas pero hoy era el día. Hoy terminare la novela.
Esa novela que tarde un año y medio en escribirla, que tarde en pensar una idea, que fue la que por alguna razón hizo que Paula me besara por primera vez.
Me encantaría decir que Paula es mi esposa pero estaría mintiendo, no lo es pero eso no quiere decir que no lo sea, en otro momento diré algo sobre ese tema.

En doce meses pasaron miles de cosas pero hay una que es la mas importante.
Dos nenas, dos gemelas aparecieron en nuestras vidas hace tres meses, iluminándola por completo, haciéndonos los mas felices del mundo.

Paula ¿que decir de ella? Me hace el hombre mas feliz del mundo, la elijo todos los días y ella a mi. La luz de mis ojos, mi amor, mi vida.

Hoy es un día de mucha nostalgia, termina algo que comencé hace tiempo, termina una etapa pero comienza otra mucho mejor, esa novela iba a ser publicada, en realidad esa es mi idea y seguramente vaya a pasar. Me tengo mucha fe.

-Amor llegue -grito mientras cerraba la puerta.
-Pau, al fin -me acerque a ella y la bese- necesito tu ayuda, duermo a una pero cuando intento de dormir a la otra se despierta, es un lío.
-Hay gordo -rió y dejo sus cosas en el sillón- vamos a la habitación así las hacemos dormir.

Fuimos a la habitación. Agarramos a una bebe cada uno e intentamos de hacerlas dormir. Agos se encontraba durmiendo en mis brazos, la mayor por poquito pero la mayor. Y bueno, Cami como siempre tan inquieta en los brazos de Paula.
-Se durmió ¿queres que haga dormir a Cami?
-No, anda a seguir con la nove, así cuando se duermen aprovechamos y tenemos un ratito para nosotros solos -sonrío y volvió a mirar la cara de la bebe.

Acosté a Agostina en su cuna y fui a la cocina. Prepare mi taza de café, algo que no podía faltar, y volví al escritorio.
Tantas cosas pasaban por mi cabeza que costaba concentrarme pero debía hacerlo.

-Amor -apoyo su cabeza en mi hombro, estaba atrás mio- ya se durmió, venís?
-Me falta el final ¿me bancas un ratito?
-Bueno, no tardes, te espero -beso mi mejilla y se fue.

Bueno Pedro, a ponerse las pilas, hay que terminar la novela.

Muchas veces escuche que los sueños se cumplen y hace un año eso no lo creía, es mas jamas pensé estar viviendo lo que en este momento estoy viviendo. Solo tenia tres sueños y puedo decir que dos de eso se cumplieron; poder ser feliz con Pau, mi amor y formar una familia con ella. Y creo que dentro de poco se suma otro integrante a la familia. Paula había tenido síntomas de embarazo y solo faltaban los resultados de los análisis para saber bien si lo estaba. Y el tercer sueño, uno que todavía no se cumplió pero ya tenia el lugar, la fecha y la hora en las que se va a cumplir, ella y yo, los dos en una iglesia.
Mi papá volvió a Buenos Aires y mi hermana estaba embarazada. La mamá de Pau se compro un departamento por acá y por lo que parece se esta arreglando con Miguel.
Nuestra vida estaba rodeada de felicidad. Por suerte teníamos todo lo que necesitábamos y no me refiero a algo material, si bien es necesario no es lo que hace feliz a una familia, me refiero al amor. Si una persona ama y es amada no puede decir que no es feliz porque el amor es lo mas importante.
A veces es difícil terminar cosas que nos hicieron tan felices pero debo hacerlo pero antes quiero volver a repetir que soy feliz, somos felices y eso es lo mas importante. Solo quiero decir dos palabras mas: sueños cumplidos.


Bueno, como verán este es el final de la nove. Espero que les haya gustado. A mi me copo la idea pero como no soy buena para esto les puede haber parecido horrible. Para mi es muy importante saber que les pareció la novela. Y por ultimo quiero agradecerles por los comentarios durante el transcurso de la novela y principalmente por leerla.
@Love_PauChaves.

Capitulo 14


Paula estaba feliz y podía notarse en su cara, no paraba de sonreír. ¿El motivo? Solo uno. Le dijo a su papá que yo era el novio y el me acepto como tal, se puso feliz por su hija.

-¿Vas a escribir? -se sienta a mi lado.
-Si. No te dije pero ya escribí lo que paso en estos días, ahora voy a escribir lo de hoy -puse mis manos en el teclado.
-¿Puedo ayudarte?
-Si, lo sabes -mire su cara- tenes una carita mi amor -acaricie su rostro- ¿no queres irte a acostar?
-No, si vos no estas yo no duermo. Voy a tomar un café ¿queres?
-Bueno. Me mata como estas instalada en mi casa -reí- me encanta.
-Pienso quedarme mucho mas tiempo, e? -beso mis labios y se dirigió a la cocina.

Empecé a escribir, tenia miles de cosas para contar sobre lo que había pasado pero pocas palabras para redactarlo.
Dos tazas de café sobre el escritorio y Pau al lado mio, una luz alumbrándonos. Estábamos en un espacio donde los dos podíamos concentrarnos tranquilamente. No había ruidos.
Empecé por un renglón y estuve como tres horas para pasar al segundo, no me convencía lo que había escrito.

-Amor, te juro que no doy mas ¿no preferís seguir mañana? Muero de sueño -dijo refregando sus ojos.
-Anda a dormir gorda, yo voy en un ratito.
-No quiero dormirme si vos no estas.
-No me voy a ir de la casa, e?
-Ya se, pero quiero dormir abrazándote.
-Mm.. esta bien, dejame terminar de contar lo del helado.
-Estuviste muy mal utilizando tu táctica de los besos para robarme el pote -sonrió.
-Pero logre lo que quería.
-Bueno termina, mientras voy a ponerme el pijama, intenta de apurarte -beso mi mejilla y fue a la habitación.

Seguí escribiendo, esta vez quería hacerlo rápido así que pensé muy bien lo que quería poner, las palabras volaban, no me faltaba ninguna, tenia el diccionario completo en mi cabeza.
Después de unos minutos guarde el archivo y cerré mi computadora. Lleve las tazas a la cocina y luego fui a la habitación.
Pau estaba dada vuelta, dándome la espalda. Yo me cambie y me acosté a su lado. Al sentir que la cama se movió ella se dio vuelta y me abrazo.

-Tardaste, me estaba quedando dormida -puso su cabeza en mi pecho.
-Termine de escribir todo lo que paso hoy -acaricie su pelo.
-Mm.. bueno, buenas noches.
-Buenas noches mi amor -bese su cabeza y me dispuse a dormir.

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Capitulo 13


Su papá era muy buena onda, aunque quería que mantenga un poco de distancia con su hija, cuando la abrazaba o me acercaba mucho a ella hacia algo para que deje de hacerlo.
Nos sentamos en la mesa a comer, estábamos un poco separados con Pau ya que su papá se sentó en el medio. Estábamos en una especie de triangulo, a Pau la tenia en frente y a su papá al lado.

-Que silencio. ¿Por que no hablan de algo? -metiéndose un bocado en la boca.
-No hay tema para hablar -dice su papá mirando la comida.
-Pedro, deci algo -con su mirada note que tenia que hablar.
-Em.. esta muy rico -Pau puso su mano en la cabeza.
-Pedro esta escribiendo una novela.
-Ah, mira que bien -él me miro- ¿y como vas?
-Si no fuera por su hija en este momento no tendría escrito nada -mire a Pau y sonreí.
-Bueno, tampoco para tanto. Lo ayude un poco a redactar algunas cosas que él escribió y cambie algo de su idea.
-¿Y de que trata?
-Emm.. una historia de amor -dice ella no muy desidia- en realidad es una historia real.
-Ah ¿quien la vivió o vive?
-Mis papás -dije rápido- si, mi mamá y mi papá.
-Están un poco raros chicos -dice él mientras comía.
-¿Raros? Papá estamos perfectos.

Terminamos de comer y su papá se fue a limpiar los platos. Pau aprovecho y agarro mi mano para llevarme a un lugar. Habían tres puertas, nos dirigimos a la ultima de todas.

-¿Que hacemos acá? -le dije mirando toda la habitación.
-Quería venir acá -cerro la puerta e me empujo haciendo que me siente en su cama y ella se sentó en mis piernas.
-¿Y si viene tu papá?
-Va a tocar la puerta. ¿Me das un beso? -dice juntando nuestras narices.
-Mm.. no se ¿vos queres uno solo?
-Yo quiero tus besos no importa cuantos -dice besándome- mira que después salimos de acá y no me vas a poder dar ninguno.

Creo que cuando una persona quiere entrar a la habitación de otra debe tocar la puerta o al menos avisar que esta por entrar pero parece que su papá no hacia eso. Pau, al escuchar que la puerta se abría se tiro al piso ya que iba a tardar un poco mas en sentarse en la cama.

-Paula ¿que haces en el piso?
-Estoy elongando -dice estirando sus piernas.
-Ah, bueno. Vine a avisarles que hay helado, no se si quieren.
-Yo voy a buscar -se paro rápido y salio corriendo.

No había pasado nada de tiempo y Paula ya estaba con un pote de helado y dos cucharas, su papá se fue y ella se sentó en el piso apoyando su espalda en la pared, yo me senté a su lado y me quede mirándola.

-¿Queres? -dice acercándome la cuchara, quise comer pero justo Paula metió la cuchara en su boca.
-No vale, eso es trampa.
-Lo lamento. Te hubieras apurado y.. -saque de su mano la cuchara- eu eso es mio -dice intentando de sacarme la cuchara de la mano.
-Me das helado y te doy la cuchara.
-Yo viva traje otra cuchara -me saco la lengua mientras agarraba la otra cuchara.
-Ah mira vos -dije, mientras me paraba- yo tenia algo para vos pero parece que preferís el helado ¿tengo razón? -estire mi mano y ella la agarro.
-Depende de lo que tengas -hice que se parara y la acorrale en la pared.

Comencé a besarla, el pote de helado lo tenia en una de sus manos y dentro del pote la cuchara. Mientras la besaba con cuidado puse mi mano en el pote y en un momento se lo saque de la mano, me separe de ella y me puse del otro lado de la habitación, en el medio de nosotros estaba la cama.

-¿Y ahora? -dije comiendo el helado.
-Sos un tarado -dijo riendo- te voy a matar.
-Oh, que miedo.
-Dale estupido, dame el pote -estiro su mano mientras se arrodillaba en la cama.
-La boquita Chaves.
-El pote Alfonso.
-No te lo voy a dar, aunque si vos me dejas comer..
-Te doy, pero no me dejes sin helado por favor -me interrumpió.

Me senté en la cama y Pau se sentó al lado mio. Agarre la cuchara y luego un poco de helado para que termine en la boca de Paula. Mi broma no podía ir muy lejos, el helado se estaba derritiendo.

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Capitulo 12


Siento pequeños besos en mi rostro, seguí con mis ojos cerrados disfrutando de aquel momento. Luego su mano acariciando mi cara, sacando el poco pelo de mi rostro.

-Dale, ya se que estas despierto.
-agarre su mano y la tire encima mio- pero igual podes seguir con los besos, o no?
-Mm.. -me beso- pero mas no, sino se enfría el desayuno.
-¿El desayuno? -me senté en la cama- no era necesario mi amor.
-Si novio.
-largue una pequeña carcajada- sos una tarada.
-Una tarada que te ama -miro el desayuno que estaba sobre la cama- desayunemos que se hace tarde.
-¿Tarde?
-Vamos a almorzar a mi casa, por eso no fui a trabajar.
-Ah y me decís una hora antes de salir, no?
-Bueno, llame recién. Estabas tan lindo durmiendo que no quise despertarte.
-Esta bien, desayunemos rápido así me voy a bañar.

Luego de desayunar Pau se ofreció para limpiar todo lo que habíamos ensuciado así que yo aproveche y me fui a bañar.
Salí del baño ya listo para ir, fui a la cocina, allí estaba Pau esperándome.

-Pedro, vas muy atrasado con la novela ¿queres llevarla?
-No, no importa. Cuando volvemos sigo escribiendo.
-Esta bien, como quieras. ¿Te puedo pedir un favor?
-El que quieras.
-No le digas a mi papá que somos novios, antes de irnos se lo digo primero deja que te conozca.
-Esta bien ¿vamos? -estire mi mano ya que estaba sentada.
-Dale -se paro y soltó mi mano.

Nos dirigimos a la puerta, primero agarre las llaves del auto y después salimos. No tenia miedo, no estaba nervioso, seguro su papá es buena onda como ella aunque también es muy cuida.

Estábamos en la cuadra donde vivía ella, me indico cual era la casa y estacione frente a ella.
Salimos del auto y ella agarro sus llaves que tenia en el bolsillo. Abrió la puerta, estaba todo muy ordenado, era muy linda la casa aunque se veía chiquita.

-Mi papá debe estar haciendo el asado, esperame que lo llamo -se alejo pero se dio vuelta ¿preferís venir?
-Dale, voy.

Seguí sus pasos. Fuimos a un quincho que tenían, bastante chico pero solo vivían dos personas. La mamá de Pau se había ido a vivir muy lejos y no viene muy seguido, en realidad no viene nunca, allá consiguió un muy buen trabajo. Sus padres se habían separado, esa fue la causa por la que su mamá se fue.

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Capitulo 11


De nuevo en casa. Necesitaba esa tranquilidad, me tire en el sillón, cerré mis ojos y suspire, paz. Sentí que el sillón se movió, eso quiere decir que alguien se sentó en el.

-¿Estoy perdonada? -dice acercándose.
-No se. Ahora no se si me amas como lo dijiste.
-Dale ¿como vas a dudar de eso? Mirame -mire hacia el otro costado- amor.
-¿Amor? -sonreí pero sin que ella lo notara- convenceme.
-¿Como? -hizo un silencio- ¿como ayer?
-Como vos pienses que me vas a convencer. Primero vamos a comer algo, ya es tarde.
-Deja, yo cocino.

Me mataba ver como hacia todo para que la perdone. Era obvio que la iba a perdonar, solo quería ver su reacción.
Unos minutos después ya estaba la comida, le había dicho que haga unas ensaladas nada mas, no tenia mucha hambre pero algo teníamos que comer.
Después de comer, Pau se puso a lavar los platos, no quería que haga todo lo de la casa, pero no podía decirle que no siga.
Mientras lavaba los platos salí de la casa sin que ella sepa para buscar algo que había dejado afuera hace unas horas.
Puse mi oreja en la puerta para escuchar lo que pasaba adentro, mi idea era entrar cuando ella me esta llamando y bueno, después que sea lo que dios quiera.
Comenzó a gritar mi nombre, sentí que su voz se alejaba cada vez mas, así que decidí entrar con cuidado. Fui a la habitación ya que ella estaba ahí, estaba atrás suyo, espere hasta que se de vuelta y al hacerlo se sorprendió al ver el ramo de flores en mis manos.

-Pedro -se quedo mirando el ramo y luego me miro- ¿donde estabas?
-Fui a buscar esto para vos -le di el ramo.
-Gracias, son muy lindas. ¿De donde las sacaste?
-No voy a decirte pero no viene solo hay algo mas que no es nada material.
-Decime -dijo mientras miraba el ramo de flores.
-Me gustaría preguntarte algo, no quiero que sientas que es muy apresurado y si para vos lo es, todo bien voy a esperar.
-No des vueltas, anda al grano.
-Pau ¿queres ser mi novia? -su cara ya me había desilusionado- esta bien, esto podía pasar y..
-No te dije nada.
-Por eso, el silencio me dio tu respuesta.
-Entonces te la dio mal -se acerco a mi- si quiero Pedro, pero mi papá te mata.
-Hay Pau no te preocupes por eso, acá no esta tu papá y ayer a la noche tampoco estuvo.
-Mm.. bueno, después no digas que no te avise.
-Esto quedo menos romántico -se rió- no entiendo de que te reís, mi idea era que sea todo romántico pero me hiciste un discurso de media hora, así nunca va a poder ser romántico.
-¿Media hora? Exagerado, ni cinco minutos.
-¿Podemos volver a hacerlo? Yo me voy, vos quedate acá, voy a entrar y pone cara de sorprendida.

Me aleje y luego volví a entrar, la cara de Paula cuando se dio vuelta me mato.

-¿Son para mi? -yo asentí- gracias, son muy lindas -dice mientras las agarra.
-No agradezcas, vos te mereces esto y mucho mas -ella sonrió y me puse serio- Pau..
-¿Que? -dice acercándose a mi, rodeando mi cuello con sus manos.
-¿Queres ser mi novia? -sonreímos los dos.
-Si quiero -se acerco a mi y comenzó a besarme, se separo un poquito- te amo -volvió a besarme.
-Yo también te amo.

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Capitulo 10


Tres pibes mirándola atentamente desde la esquina, ella se encontraba en la mitad de la cuadra en el piso y creo que llorando, lo peor es que esta así por mi culpa.
Vi que uno de los chicos comenzó a acercarse a ella y pude notar que llevaba un arma en su pantalón.
Salí rápido de mi auto y le grite mientras corría hacia ella.

-Paula, corre.. salí de ahí -le grite, pero al parecer ella no escucho mucho- Pau por favor, agarra tu bicicleta y andate.

El chico me vio y empezó a correr hacia Paula, yo hice lo mismo y le ganaba de mano, estaba mucho mas cerca que él.

-Paula salgamos de acá -dije subiéndome a la bicicleta- dale, apurate -agarre su mano.

Tanto le insistí que subió a tiempo, pero al parecer el chico no se quería quedar así, empezó a disparar hacia nosotros y de tanta mala suerte se nos pincho una rueda.

-Pedro ¿que hacemos? -dice mirando la rueda.
-Hay que correr -dije saliendo de la bicicleta- no venís?
-Me clave algo en el pie y todavía me duele, mucho.. no creo que pueda correr, anda vos yo me quedo -bajo de la bicicleta- andate.
-No voy a dejarte sola, si te hacen algo a vos quiero que también me lo hagan a mi.
-¿Y si me matan?
-Que también me lo hagan a mi, mi vida sin vos no tiene sentido.
-Perdón -me abrazo- todo esto es mi culpa.
-Y mía también, no se porque te enojaste conmigo pero te pido perdón.
-Pedro, por favor, anda.. no quiero que te pase nada -me beso- te prometo que voy a volver.
-Sin vos no me voy -mire hacia atrás y estaban los tres chicos muy cerca- veni -hice que se subiera a mi espalda y comencé a correr.
-Así no llegamos mas, corres muy lento conmigo encima.
-Vale la pena intentarlo.

Corrí una cuadra y ya no daba mas, pero se me ocurrió una idea. Iba a ir por otro camino para volver al mismo lugar, allí estaba mi auto y esa era la única opción de salvarnos.
Fui por el camino que tenia que ir para volver a mi auto y por suerte pudimos hacerlo, lo logramos. Arranque el auto y nos dirigimos a mi casa.

-Pau, mientras viajamos a mi casa ¿podes decirme que te hice?
-¿De verdad no sabes?
-No, por eso pregunto.
-Te vi, te vi con una mujer en tu auto y también cuando la dejaste en su casa, tenia que ir a un lugar de esa misma cuadra.
-Boba, era mi hermana.
-No ¿de verdad? -dijo con vergüenza.
-Si, no te pongas así, esta bien, celosa.
-¿Celosa, yo?
-Si, vos.
-Mm.. no, solo me puse mal, pensé otra cosa ¿me perdonas?
-No se, no se.. cuando lleguemos a mi casa te digo.

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viernes, 5 de octubre de 2012

Capitulo 9


Tarde, ya era demasiado tarde. ¿Donde te metiste Paula?. Eran las 22 y todavía no aparecía, estaba muy preocupado. Paso media hora mas y decidí salir a buscarla caminando.

Recorrí varias cuadras pero no la encontraba, tenia miedo de que le haya pasado algo. Agarre mi celular y busque su numero, me acuerdo cuando me anime a pedírselo hace un mes, estaba muy nervioso pero no viene al caso.
La llame una y otra vez pero me atendía el contestador.

Pregunte a todos los que estaban en la calle si la habían visto, se la describí a todos pero nadie tenia la menor idea de ella, no la habían visto.
Mi amor ¿donde estas? Ya estaba cansado, pero no quería parar hasta encontrarla, tampoco sabia la dirección de su casa como para ir a ver si estaba ahí.
Ultima cuadra que iba a caminar, después iba a volver a mi casa, ya me había alejado mucho. En esa cuadra había una plaza y algo me dijo que pase por el medio de la plaza. Arboles y mas arboles, todo oscuro, la verdad daba miedo pero algo había ahí sentía que no podía irme.

Pude identificar una bicicleta que estaba en la plaza pero un poco lejos, era la de Paula. Me acerque corriendo a la bicicleta que estaba apoyada en un árbol y en ese mismo árbol al girar la veo a Paula con su cabeza entre sus brazos.

-Pau -me acerque a ella- estaba preocupado ¿que te paso?
-Andate. Quiero estar sola.
-No voy a dejarte sola acá, es peligroso.
-Si no te importo. ¿Siempre jugas con las mujeres?
-No te entiendo, me importas y mucho.
-Andate por favor, sino me voy a ir yo -dijo y se paro.
-No voy a dejar que te vayas -la agarre del brazo- por favor Pau, decime que te hice.
-Pensalo bien, acá el que tiene que dar explicaciones sos vos, no yo.
-Mi amor..
-¿Mi amor? ¿Te pensas que por decirme así todo va a pasar, que me voy a olvidar de todo? Sos un tarado -me dijo y comenzó a llorar.
-Pau..
-Si de verdad me amas, como me lo dijiste ayer dejame ir -subió a su bicicleta y se fue alejando hasta que desapareció de mi vista.

Siempre tan estúpido yo, nunca voy a aprender pero no entiendo cual fue mi error. Estaba volviendo a mi casa, pero cuando caí que Paula estaba sola en la nada a esta hora ya era demasiado tarde.
Por lo que conocía del lugar en donde estaba ella, por donde fue a unas cuadras hay otra plaza, así que fui a mi casa a buscar el auto y después me dirigí a la plaza en la que suponía que se encontraba Paula.

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viernes, 28 de septiembre de 2012

Capitulo 8


Nuevamente me desperté temprano y esta vez mas de lo normal, eran las 7 de la mañana. Mire a mi lado y estaba Pau, que perfecta es esta mujer, dios. Me levante y me cambie para luego ir a la cocina, prepare el desayuno y fui a la habitación de nuevo pero Paula ya estaba sentada, vestida para ir a trabajar.

-¿Madrugaste?
-Si -me senté en la cama y apoye el desayuno en la cama.
-Buen día, no?
-Buen día hermosa -la bese.
-¿Esto es para mi? -dice mirando el desayuno.
-Si, para los dos. ¿Te gusta?
-Me encanta. Gracias. ¿Para esto te levantaste temprano?
-Si y para darte unos besos antes de que te vayas a trabajar -me acerque a ella.
-Mm.. pero no era necesario -se acerco a mi- digo, con los que me diste ayer. Aunque me encanta esa idea -me beso- tengo un hambre ¿puedo comer?
-Si obvio, para eso lo hice.

Ambos desayunamos. Terminamos a las ocho en punto así que acompañe a Pau hasta la puerta y después se fue. Quería aprovechar este tiempo para escribir pero después se me ocurrió una mejor idea, agarre mi celular y marque el numero de mi papá, hace vario tiempo que no hablo con él.

-Papá ¿todo bien por allá?
-Pedro, que sorpresa. Si, muy bien ¿por allá?
-Bien, por suerte. ¿Tu hermana?
-No tuve la oportunidad de hablar con Lu.. ¿hace mucho que no hablas con ella?
-Hace unos días nada mas. En dos semanas vuelvo.
-Que buena noticia. No me gusta que te vayas tan lejos.
-Es por trabajo. Vos tenes 25 años Pedro, no tendría que importarte.
-Después de lo de mamá me di cuenta de que estaba haciendo las cosas mal, ahora quiero estar para cuando me necesites y decirte lo que te quiero, sin vergüenza.
-Perdón, tengo que dejarte, estoy en horario laboral, cualquier cosa llamame mas tarde.
-Bueno, me fijo si puedo, suerte, te quiero.

Corte y me quede haciendo nada. El día no estaba muy lindo para salir a caminar o algo por el estilo. Al abrir la heladera me di cuenta que no tenia leche y un par de cosas mas que eran bastante necesarias. Pero la leche es lo mas importante, sino no voy a poder tomar el café de siempre, con un poquito de leche.
Busque las llaves de mi auto para ir al supermercado. Era algo que no hacia muy seguido, todo sea por el café, parezco loco pero es mi adicción, todos los días tengo que tomar al menos uno solo.

En el supermercado me encontré con mi hermana, hace mucho no nos veíamos. Aprovechamos ese tiempo para hablar, ambos compramos lo que necesitábamos y después me ofrecí para llevarla a su casa.

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jueves, 27 de septiembre de 2012

Capitulo 7


Parece que en la tele no había mucho para ver ya que Pau se dio vuelta y apoyo su cabeza en el sillón y se quedo mirándome. Yo no le di mucha importancia y seguí limpiando los platos, vasos y cubiertos que habían quedado del mediodía.

-No te tenia tan amo de casa -dice y al ver que la estaba mirando mueve su dedo para que vaya con ella.
-Solo porque estas vos, sino todo seria un desastre -me senté a su lado- ¿que pasa?
-Quiero estar un ratito con vos, además debes estar muy cansado digo, vos nunca haces esto, seguramente te cansaste.
-No me conoces, no me canse.
-Mm.. -se “sienta en mis piernas, una de sus rodillas estaba a un lado y la otra rodilla en el otro lado- mejor que no te hayas cansado -dice y comenzó a besarme.

Besos, besos y mas besos. Sentí como sus dedos se enredaban con mi pelo, despeinándolo mientras una de mis manos estaba apoyada en su pierna.

-Quiero conocerte mas -me dijo y comenzó a desabrochar uno de los botones de mi camisa.

Volvió a besarme mientras sus manos viajaban por mi camisa para encontrar todos los botones y sacármela de una vez por todas. ¿Que hago? ¿la paro o me dejo llevar? Me repetí esa pregunta una y otra vez hasta que tome una decisión. Mi camisa ya formaba parte del suelo y en este preciso momento estoy intentando de que su remera quede en la misma situación.
Se paro agarrándome la mano para que la siga, yo la abrace por atrás y cerré mis ojos mientras me concentraba en su cuello, ella era mi guía.
Al parecer entramos a la habitación y al abrir mis ojos lo confirme. Ella se dio vuelta quedando frente a mi y volvió a besarme, a lo lejos se escuchaba una canción, pero cada vez se acercaba mas, sonaba mas fuerte, ella se separo y se fue corriendo. Yo me senté en el borde de la cama para esperarla.
Después de unos minutos volvió a la habitación y cerro la puerta, en su mano traía su remera y mi camisa.

-Era mi papá. Me dijo que si quería volver a vivir en mi casa vaya ahora -mire a otro lado, ella se arrodillo frente a mi para estar a mi altura, agarro mi mentón e hizo que la mirara- pero no voy a ir, quiero quedarme acá, con vos -volvió a dibujarse una sonrisa en mi rostro, hice que se siente sobre mi y empecé a besarla.

Ella hizo que me pare, abrazo y me miro, acerco su cabeza a la mía y apoyo su frente en la mía, me miro a los ojos y sonrió.

-¿Estas seguro que no me vas a parar? -me beso y volvió a ponerse como antes.
-Tengo que estar loco para hacerlo -volvió a besarme pero la separe- Pau.
-¿Que pasa? -dijo mientras intentaba de besarme.
-Te amo -su sonrisa y la mía después de esta confesión que tenia guardada hace unos meses, me beso y luego se separo un poquito.
-Jamas sentí esto, pero te deseo, necesito verte siempre, necesito estar con vos, necesito tocarte, besarte y -hizo una pausa- te amo.

Me beso y de nuevo tomo la iniciativa pero esta vez con mi pantalón. Así despojamos nuestras ultimas prendas e hicimos el amor. Deseaba este momento hace meses y saber que estaba sucediendo me ponía completamente feliz, nada iba a cambiar mi humor.

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 Les parece muy rapido? jaja, pasa que es una nove con pocos caps.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Capitulo 6


Tenerla sobre mi y encima besándome es algo que nunca en la vida pensé que iba a suceder pero si, ahí estaba ella sentada en mis piernas besándome. Capaz parezca un poco rápido pero para mi no lo es, hace cinco meses, tres días, dos horas y bueno.. los minutos y segundos exactamente no los se en este momento ya que no sabia muy bien la hora, que nos conocimos y si pasara algo mas tampoco seria muy pronto, creo.

-Pau -le dije intentando de que me dejara de besar- eu.. basta.
-¿Por que? ¿Que pasa?
-¿A vos no te parece que si seguimos así todo se nos va a ir de las manos?
-¿Y?
-¿Como y? Nosotros no somos nada.
-¿Que tiene? Eso no quiere decir que entre nosotros no pueda pasar nada. A parte vos me queres, o no?
-Si, pero..
-Pero nada -interrumpió- ¿tenes miedo? -dijo y rió.
-¿Miedo? -largue una pequeña carcajada- ¿vos te pensas que voy a tener miedo?
-¿Y entonces cual es el problema?
-Ninguno.
-Tanto lío para nada. ¿A vos no te gustaría que se nos vaya de las manos? -sonríe.
-Sigamos con la novela -dije e hice que ella se levante de mis piernas.
-Sos un tarado, después no vengas a apurarme y decirme que no tenes sueño para intentar de lograrlo.
-No te enojes boba. Es que siempre espere ese momento, de verdad y ahora lo veo tan cercano.
-Y lo alejas cada vez mas y mas.
-Prometo no hacerlo mas.
-Ya no importa, ahora seguimos con la novela.

Le mostré lo poco que escribí y de paso lo leí, pero no tenia mucho sentido lo que había puesto.

-Dejame a mi, yo voy a explicar lo que paso -dice agarrando la computadora.

Me senté en la silla frente a la computadora y empecé a pensar en una historia para escribir, quería escribir una novela, una novela con pocos capítulos pero interesante, que cautive a la gente y quiera mas y mas. Miles de ideas pasaban por mi cabeza, empezaba a escribir pero al poco tiempo borraba lo que había escrito. No podía seguir así, no estaba totalmente concentrado, Paula comenzaba a aparecer en mis pensamientos y esos pocos momentos que pasamos juntos.
Me levante de la silla y fui hasta la cocina a prepararme un café, mire por la ventana y ahí estaba ella, hermosa como siempre, perfecta.
Corrí hacia la puerta y la abrí gritando su nombre para que no se aleje, se bajo de su bicicleta y se acerco a mi. Al sentir sus brazos rodeándome me agarro como una especie de escalofríos, algo que ya había pasado hace unos días.

-Por lo que habías escrito, así iría mejor -dice sonriendo- ¿te gusta?
-Quedo bueno, se nota que te gusta escribir.
-Algún día voy a mostrarte algo que escribí hace mucho, tengo las hojas en mi casa.
-Ah. ¿Queres merendar? Ya es hora -dije y me pare.
-Como vos quieras -se paro y se dirigió hacia la cocina.

Prepare la merienda para los dos. Mientras prendí la tele de la cocina. Mi casa era demasiado grande para mi solo pero eso me permitía invitar gente o quizás en algún futuro esta casa sea en la que viva con mis hijos.

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domingo, 23 de septiembre de 2012

Capitulo 5


Paula ¿donde esta Paula?, me levante rápido de la cama y la llame, nadie respondió. Fui a buscar mi celular y vi que había una notita al lado de el. “Me fui a trabajar. Te apague el despertador para que duermas un ratito mas, ya no tenes que levantarte temprano para verme, total me ves mas tarde.”
Mire mi celular y eran las 11 de la mañana.
Fui al baño y luego a la cocina a prepararme algo para desayunar. Agarre unas galletitas que tenia y me hice un café, nunca hable sobre mi adicción al café, lo amo. Si es por mi vivo tomando café, mañana, mediodía, tarde y noche, unas cuantas tazas.
Mientras desayunaba, me acorde que tengo que regar las plantas de mi jardín. Últimamente tengo la cabeza en cualquier lado, hace un tiempo que no las riego.
Deje la taza sobre la mesa y me dirigí al jardín para regar las plantas. Hoy, sinceramente, soy feliz, aunque con Paula no haya pasado nada pasando la raya, nos besamos y eso para mi es un avance, algo que espere hace meses.

Tirado en el sillón, uno de mis pies sobre la mesa y el otro apoyado en el piso, mirando la tele. Que vida la mía. Lo que pasan en la tele es aburrido, demasiado para mi gusto, a esta hora no hay nada bueno. Mire el escritorio que se encontraba en un rincón de la casa muy chiquito con mi computadora, mis ideas comenzaron a salir de la nada, así que me acerque rápido y la prendí, no quería olvidármelas, pero era algo que sucede siempre, olvidarme de las cosas.
¿Esta novela va a ser basada en hechos reales? Me pregunte a mi mismo, mi cabeza desordenada, no podía decidir tan solo eso. Mire el reloj. 13.30 tenia que comer algo así que me pare y fui a la cocina, busque algo para hacerme. Hamburguesas, ese era mi menú del día.

Con mi hamburguesa en la mano, volví a sentarme en la silla frente a el escritorio y seguí pensando. Iba a ser mucho mas fácil contar mi historia con Pau, recién comienza pero no va a terminar, aunque a esta novela va a haber que escribirle un final, un final feliz aunque eso no suceda en la realidad, el final de esta novela iba a ser feliz, si o si.


Sonó el timbre de mi casa, fui hacia la puerta y al abrirla me encontré con Pau. Ella entro y me saludo con un beso en mi mejilla pero se quedo mirándome, basta, ahora me toca a mi. Agarre su cara y la bese como nunca lo había hecho.

-¿Como estas? -dijo dejando su mochila sobre el sillón.
-Bien, te estaba esperando, vos?
-Perfecta. Aunque extraño mi casa -la mire raro, no puede ser, ya quería irse- eso no quiere decir que no me guste estar acá, pero no es lo mismo.
-¿Te sentís incomoda?
-No, solo es raro, no importa. ¿Como vas con la novela?
-Bien, escribí algo mientras vos no estabas ¿queres que te lo muestre?
-Dale -nos sentamos en las sillas.
-Pense en algo y quiero saber tu opinión.
-Decime.
-Que mi novela sea con hechos reales, nuestra verdadera historia, desde ayer hasta un momento en el que los dos estemos muy felices, juntos.
-¿Y si eso no pasa?
-Va a pasar ¿que te parece?
-Me encanta -se paro de su silla y se sentó en mis piernas- después me mostras lo que escribiste, dale? Ahora quiero estar un ratito con vos, así -dice y empieza a recorrer todo mi rostro, con pequeños besos- siento que te conozco de toda la vida.
-Capaz en otra vida nosotros fuimos algo y por eso estamos asi.
-¿Crees en esas cosas?
-Si.
-Yo no, para mi no es por eso. Para mi los dos somos la perfecta combinación, no se.. imagínate unos cuantos rompecabezas de dos piezas y todas las piezas distribuidas, solo una sola encaja con otra a la perfección y creo que vos sos es pieza que falta.

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sábado, 22 de septiembre de 2012

Capitulo 4


Estuvimos toda la mañana escribiendo y parte de la tarde. Era bastante complicado escribir, pero hacerlo juntos estaba bueno.
Ella me dio su bolso que había traído y me pidió permiso para bañarse, obviamente la deje, mientras yo aproveche y empecé a hacer la comida, no tenia mucho tiempo para cocinar, así que hice pastas.
Ella salio del baño ya cambiada y con una toalla secando su pelo, la mesa ya estaba puesta con la comida así que volvió al baño a dejar la toalla y se sentó en la mesa.

-Al final no fue tan malo que me echen -dice riendo- acá estoy mucho mejor que en mi casa.
-Podes quedarte si queres.
-No, gracias pero solo unos días hasta que me dejen volver a mi casa -empezó a comer- no te tenia cocinero.
-Bueno, digamos que unos fideos los hace hasta un chico de diez años, no me mate cocinando.
-Algo es algo. Si queres te puedo enseñar a cocinar.
-Otro día, hoy me muero de sueño.
-A que hora te levantaste?
-Y tipo 8. Siempre me levanto a esa hora. Si te digo porque seguramente te vas de acá.
-Por que? ¿Que traes chicas a esa hora?
-Paula, no.
-Decime, dale no me voy.
-A las ocho vos pasas con tu bicicleta para ir a tu trabajo y bueno, me despierto a esa hora para verte.
-Me estas jodiendo. ¿De verdad?
-Si. ¿Ves? Ahora te vas a sentir como muy perseguida por mi y te vas a ir.
-No me voy a ir por eso, no puedo creer que te levantes tan temprano solo para verme pasar.
-Esa es la única forma de tener un buen día, solo con verte a la mañana me alcanza, aunque a veces me gustaría que estés todo el día acá.
-Bueno, ahora es maso menos lo mismo.

Terminamos de comer y dejamos los platos en la pileta, ella quiso lavarlos pero no la deje. Le dije que se acueste en mi cama y yo dormía en el sillón pero me obligo a dormir en mi cama con ella.
Fui a la habitación y ella estaba mirando la tele, acostada. Me acosté a su lado y me tape con las sabanas ya que hacia un poquito de frío.

-Te vas a dormir?
-Em.. creo que si -dije y bostece- ¿por?
-¿Te puedo pedir un favor? Si no queres no lo hagas.
-Dale, el que quieras.
-¿Me podes abrazar? -dice en voz baja.
-Obvio, como no voy a querer -dije y la abrace.
-Buenas noches -puso su cabeza en mi pecho.
-Buenas noches Pau -dije acariciando su brazo.

Así me quede dormido. Todo había sido muy raro pero lindo, jamas pensé estar en esta situación con Pau, aunque lo soñé varias veces.

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Capitulo 3


La alarma de mi celular sonó, siempre la ponía a las 8 am para ver pasar a Paula, a esa hora ella iba a trabajar y pasaba por mi casa.
Corrí a la ventana y me quede esperándola, pero nunca la vi pasar. Fui a hacerme un café y luego me senté frente a la ventana, me preocupaba que no haya pasado.
Sentí que sonó el timbre, no podía abrir en boxer. Fui a ponerme un pantalón y luego abrí la puerta.
Unos brazos aparecieron sobre mi y una cabeza con unas cuantas lágrimas que caían en mi espalda descubierta.

-Pau ¿que te pasa? ¿por que lloras así?
-Me echaron, me echaron de mi casa -dijo aumentando el llanto y abrazándome mas fuerte- ayudame, por favor, no tengo a donde ir.
-Para, tranquilizate -la separe de mi y cerré la puerta- veni, sentemos nos en el sillón y me contas bien, si? No te preocupes, no vas a quedarte en la calle, para algo estoy yo.
-Mi papá se enojo conmigo porque le pregunte si podía volver mas tarde, él no me deja estar fuera de casa después de las 22 y yo creo que con 21 años él ya no puede mandarme y bueno, me echo -dijo llorando.
-No llores -seque sus lágrimas- vos sabes que podes quedarte un tiempo acá, no te preocupes, si?
-Gracias -me abrazo- gracias Pedro.
-Nada que agradecer.
-Pedro -dijo separándose de mi- ¿te molesto lo que hice ayer?
-¿Que cosa? -dije sin entender.
-El beso, de verdad perdoname, no..
-No me molesto, todo lo contrario, yo quería decirte algo ayer pero me ganaste de mano con el beso -interrumpí- ¿fue un impulso o por que de verdad sentís algo?
-Fue un impulso, pero lo otro no lo se -miro hacia abajo- nunca me enamore y nunca ame a un hombre, quiero que -hizo una pausa- que vos me enseñes a amar.
-¿A quien?
-A vos tonto -sonreí- siento algo raro, pero no se lo que es y quiero descubrirlo pero lo único que te pido es que vayamos despacio -se quedo callada y pensó- mejor no, que pase lo que tenga que pasar -dijo y me dio un pico- ¿podemos ponernos a escribir la novela?
-Como vos quieras, tengo pensado un principio -me pare y fui a la compu.

Prendí la compu y busque una silla para sentarme ya que había dejado a Paula en mi silla.
Mi mente se puso en blanco en un momento pero luego se me ocurrió un párrafo, el primer párrafo de mi novela. Cuento los dias, las horas, minutos, segundos desde el momento en el que la conocí, hace meses estoy así. Creo que me enamore por segunda vez, la primera vez no dio resultado y termino lastimándome demasiado.

-Sos un amor. ¿Eso es verdad? Digo, la novela esta inspirada en nosotros dos por lo que veo. Un escritor, una verdulera.
-asentí con mi cabeza- pensé que nunca iba a mostrarte las pavadas que escribo.
-¿Pavadas? Seguramente escribís re bien, a parte el principio esta bueno y esta bueno que cuentes los días, las horas, minutos y segundos que pasaron desde que nos vimos por primera vez -sonrió.
-Si lo se, soy un idiota.
-No, no lo sos -mordí mi labio- sos perfecto.
-Pellizcame -estire mi brazo hacia ella.
-¿Que? -dijo y se rió.
-Pellizcame, así se que no estoy soñando.
-No -saco mi brazo y acerco un poco mas su silla a la mía- no es necesario pellizcarte, no es un sueño -agarro mi cara y me acerco a ella para depositar un beso en mis labios- es verdad -mordió su labio.

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viernes, 21 de septiembre de 2012

Capitulo 2


Respire profundo antes de abrir esa puerta. Estaba apoyado en ella, mi espalda en la puerta mis ojos cerrados y los dedos cruzados “vos podes, Pedro. Vos podes” me repetí una y otra vez y luego abrí la puerta.
Short de jean, remera corta, chau morí. No, no podía ser mas perfecta. Sonrió y la invite a pasar, avanzo tímida. Le dije que se siente en el sillón y le pregunte que quería tomar, agua, eso fui a buscar. Dos vasos de agua en la mesita frente al sillón y nosotros dos sentados en el.

-Esta todo muy ordeno, no te tenia así -dijo con su voz dulce, mirando el vaso de agua que había agarrado de la mesa.
-Solo lo ordene porque venias vos, era un basurero -le dije y reí- ¿queres comer algo?
-No, gracias. Solo vine un ratito, mi papá quiere que vaya a cenar -dejo el vaso en la mesa- se rumorea que estas escribiendo una novela, es verdad? -dijo interesada.
-Em.. si, pero no voy a seguir escribiendo, no puedo.
-¿Por que? -dijo con voz triste.
-No tengo ideas. Es uno de mis sueños que quedo atrás, creo que no voy a retomarla.
-No -dijo elevando su voz- no la dejes, no abandones tus sueños.
-¿Vos? ¿cual es tu sueño? -dije sentandome un poco mas cerca, interesado por su respuesta.
-¿Mi sueño? Encontrar alguien que me quiera, que me entienda -se quedo callada y me miro- mi sueño también es escribir, de chica escribía en el colegio y después las pasaba a mi compu, eran novelas raras pero sobre cosas que aunque sea muy difícil que pasen me gustaría vivirlas.
-¿Como cuales?
-Poder tener una familia, ser feliz. Hoy en día todos se separan y a veces tengo que miedo que mi historia sea como una de esas.
-Pau -agarre su mano- no te preocupes, vos sos demasiado buena como para que alguien te lastime, además sos una mujer muy linda.
-Gracias -mordió su labio- si queres puedo ayudarte a escribir, al menos a pensar una idea ¿que te parece?
-Me encanta la idea -me levante y agarre su mano para que me siga- empecemos ahora.

Los dos sentados en sillas, ambas sillas estaban juntas ya que teníamos que mirar la computadora. Mientras se prendía, me apoye en el respaldo de la silla y suspire, no iba a poder animarme a encararla.

-¿Cual iba a ser la idea de tu novela? ¿de que trataba? -dijo mirando la computadora, esperando que termine de prenderse.
-Iba a ser romántica o algo así. Trataba de que un escritor estaba enamorado de una verdulera, pero ella no siente lo mismo por él.
-Ah -miro hacia otro lado y luego me miro- ¿y si cambias eso?
-¿Como?
-Que la verdulera también este enamorada de él -la mire asombrado- creo que es mas original, o no?
-No -dije despacio- no, no entiendo. Eso seria una indirecta?
-¿Que? -miro su reloj y se levanto de la silla- tengo que irme, perdón -camino hacia la puerta y yo la pare.
-Pau, respondeme -dije mientras ella se daba vuelta para mirarme.
-Perdoname, tengo que irme -abrió la puerta-

Se estaba yendo pero antes de subirse a la bicicleta me miro y vino hacia la puerta, donde estaba yo parado, agarro mi cara con sus manos y se acerco a mi haciendo que nuestros labios se juntaron logrando que todos mis pensamientos solo sean sobre esa acción, eso que estaba pasando.

-Espero que eso haya respondido a tu pregunta -se alejo y subió a su bicicleta- chau Pedro, hasta mañana.

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jueves, 20 de septiembre de 2012

Capitulo 1


Cuento los dias, las horas, minutos, segundos desde el momento en el que la conocí, hace meses estoy así. Creo que me enamore por segunda vez, la primera vez no dio resultado y termino lastimándome demasiado.

Me senté en la silla frente a la computadora y empecé a pensar en una historia para escribir, quería escribir una novela, una novela con pocos capítulos pero interesante, que cautive a la gente y quiera mas y mas. Miles de ideas pasaban por mi cabeza, empezaba a escribir pero al poco tiempo borraba lo que había escrito. No podía seguir así, no estaba totalmente concentrado, Paula comenzaba a aparecer en mis pensamientos y esos pocos momentos que pasamos juntos.
Me levante de la silla y fui hasta la cocina a prepararme un café, mire por la ventana y ahí estaba ella, hermosa como siempre, perfecta.
Corrí hacia la puerta y la abrí gritando su nombre para que no se aleje, se bajo de su bicicleta y se acerco a mi. Al sentir sus brazos rodeándome me agarro como una especie de escalofríos, algo que ya había pasado hace unos días.

-Buen día señor -dijo ella con su dulce voz, separándose de mi, terminando con ese hermoso abrazo.
-Buen día. ¿Cuantas veces necesitas que diga que no me llames así? Soy Pedro para vos -le dije sonriendo, no podía borrar la sonrisa de mi rostro cuando estaba con ella.
-Pedro – dijo y sonrió pero luego miro su bicicleta- debo irme, tengo que seguir repartiendo los pedidos.
-¿Queres que te ayude? Vamos con mi auto -dije agarrando su bicicleta.
-No, por favor, no quiero molestar -hizo que soltara su bicicleta- solo tengo que ir a dos casas cerca de acá.
-¿Y después? -le dije pensando en hacerle alguna invitación- ¿te gustaría venir a tomar algo?
-Tengo que volver a la verdulería, perdón pero es mi trabajo- dijo subiendo a su bicicleta- aunque si esa invitación pasa a las 20:00 podría aceptar -sonrío, su sonrisa es perfecta, ella lo es.
-Vos podes venir a la hora que quieras -le guiñe el ojo- que tengas mucha suerte en tu trabajo, te espero linda.

Ella se alejo en su bici pero en un momento giro y saludo con su mano. Cada vez estoy mas enamorado de ella y se que esta vez no va a ser como antes, no voy a dejarla ir, no la voy a perder.
Entre a mi casa, volví a sentarme en la silla y ver como fallaba con mi idea de ser escritor. No tenia la mas pálida idea de que iba a tratar pero en mi estado, sin dudas iba a ser romántica.
“Compre por primera vez en una verdulería por teléfono, mi auto se rompió y eso me impedía ir hasta ahí para comprar. Sonó el timbre, que rápido había llegado. Abrí la puerta y me quede asombrado, loco por la persona que tenia delante mio, sus ojos mirando los mios, sonriendo me dio las verduras que había comprado, la invite a tomar algo, al menos un vaso de agua pero no acepto. Después de eso, siempre pido a domicilio.”
No. Borre todo lo que escribí, no se si esta bueno escribir una historia igual a la mía y menos con los mismos personajes. Pedro, olvidate de esto, no servís para hacerlo.
Apoye mi cabeza en la mesa y comencé a cerrar mis ojos, no había dormido nada, toda la noche escribí para nada, todo había quedado en la nada y mis ideas de escribir cada vez se iban agotando.


Ojala nunca despertara, pero se que eso no va a pasar. Lo único que quiero es que mi sueño se vuelva realidad, Paula y yo en la Iglesia. Esta noche iba a encararla, ya no aguanto, ella no me deja pensar, concentrarme en otra cosa que no sean sus ojos, su boca y todo de ella.
Solo tenia una hora para prepararme, esta noche iba a ser especial. Hoy es el día Pedro, a todo o nada.
Cerré la computadora que había quedado abierta y fui directo al baño para darme una ducha rápida y preparar todo para ella.

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