Capitulo 3

La alarma de mi celular sonó, siempre la ponía a las 8 am para ver pasar a Paula, a esa hora ella iba a trabajar y pasaba por mi casa.

Corrí a la ventana y me quede esperándola, pero nunca la vi pasar. Fui a hacerme un café y luego me senté frente a la ventana, me preocupaba que no haya pasado.

Sentí que sonó el timbre, no podía abrir en boxer. Fui a ponerme un pantalón y luego abrí la puerta.

Unos brazos aparecieron sobre mi y una cabeza con unas cuantas lágrimas que caían en mi espalda descubierta.

-Pau ¿que te pasa? ¿por que lloras así?

-Me echaron, me echaron de mi casa -dijo aumentando el llanto y abrazándome mas fuerte- ayudame, por favor, no tengo a donde ir.

-Para, tranquilizate -la separe de mi y cerré la puerta- veni, sentemos nos en el sillón y me contas bien, si? No te preocupes, no vas a quedarte en la calle, para algo estoy yo.

-Mi papá se enojo conmigo porque le pregunte si podía volver mas tarde, él no me deja estar fuera de casa después de las 22 y yo creo que con 21 años él ya no puede mandarme y bueno, me echo -dijo llorando.

-No llores -seque sus lágrimas- vos sabes que podes quedarte un tiempo acá, no te preocupes, si?

-Gracias -me abrazo- gracias Pedro.

-Nada que agradecer.

-Pedro -dijo separándose de mi- ¿te molesto lo que hice ayer?

-¿Que cosa? -dije sin entender.

-El beso, de verdad perdoname, no..

-No me molesto, todo lo contrario, yo quería decirte algo ayer pero me ganaste de mano con el beso -interrumpí- ¿fue un impulso o por que de verdad sentís algo?

-Fue un impulso, pero lo otro no lo se -miro hacia abajo- nunca me enamore y nunca ame a un hombre, quiero que -hizo una pausa- que vos me enseñes a amar.

-¿A quien?

-A vos tonto -sonreí- siento algo raro, pero no se lo que es y quiero descubrirlo pero lo único que te pido es que vayamos despacio -se quedo callada y pensó- mejor no, que pase lo que tenga que pasar -dijo y me dio un pico- ¿podemos ponernos a escribir la novela?

-Como vos quieras, tengo pensado un principio -me pare y fui a la compu.

Prendí la compu y busque una silla para sentarme ya que había dejado a Paula en mi silla.

Mi mente se puso en blanco en un momento pero luego se me ocurrió un párrafo, el primer párrafo de mi novela. Cuento los dias, las horas, minutos, segundos desde el momento en el que la conocí, hace meses estoy así. Creo que me enamore por segunda vez, la primera vez no dio resultado y termino lastimándome demasiado.

-Sos un amor. ¿Eso es verdad? Digo, la novela esta inspirada en nosotros dos por lo que veo. Un escritor, una verdulera.

-asentí con mi cabeza- pensé que nunca iba a mostrarte las pavadas que escribo.

-¿Pavadas? Seguramente escribís re bien, a parte el principio esta bueno y esta bueno que cuentes los días, las horas, minutos y segundos que pasaron desde que nos vimos por primera vez -sonrió.

-Si lo se, soy un idiota.

-No, no lo sos -mordí mi labio- sos perfecto.

-Pellizcame -estire mi brazo hacia ella.

-¿Que? -dijo y se rió.

-Pellizcame, así se que no estoy soñando.

-No -saco mi brazo y acerco un poco mas su silla a la mía- no es necesario pellizcarte, no es un sueño -agarro mi cara y me acerco a ella para depositar un beso en mis labios- es verdad -mordió su labio.

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