Cuento los dias, las horas, minutos,
segundos desde el momento en el que la conocí, hace meses estoy así.
Creo que me enamore por segunda vez, la primera vez no dio resultado
y termino lastimándome demasiado.
Me senté en la silla frente a la
computadora y empecé a pensar en una historia para escribir, quería
escribir una novela, una novela con pocos capítulos pero
interesante, que cautive a la gente y quiera mas y mas. Miles de
ideas pasaban por mi cabeza, empezaba a escribir pero al poco tiempo
borraba lo que había escrito. No podía seguir así, no estaba
totalmente concentrado, Paula comenzaba a aparecer en mis
pensamientos y esos pocos momentos que pasamos juntos.
Me levante de la silla y fui hasta la
cocina a prepararme un café, mire por la ventana y ahí estaba ella,
hermosa como siempre, perfecta.
Corrí hacia la puerta y la abrí
gritando su nombre para que no se aleje, se bajo de su bicicleta y se
acerco a mi. Al sentir sus brazos rodeándome me agarro como una
especie de escalofríos, algo que ya había pasado hace unos días.
-Buen día señor -dijo ella con su
dulce voz, separándose de mi, terminando con ese hermoso abrazo.
-Buen día. ¿Cuantas veces necesitas
que diga que no me llames así? Soy Pedro para vos -le dije
sonriendo, no podía borrar la sonrisa de mi rostro cuando estaba con
ella.
-Pedro – dijo y sonrió pero luego
miro su bicicleta- debo irme, tengo que seguir repartiendo los
pedidos.
-¿Queres que te ayude? Vamos con mi
auto -dije agarrando su bicicleta.
-No, por favor, no quiero molestar
-hizo que soltara su bicicleta- solo tengo que ir a dos casas cerca
de acá.
-¿Y después? -le dije pensando en
hacerle alguna invitación- ¿te gustaría venir a tomar algo?
-Tengo que volver a la verdulería,
perdón pero es mi trabajo- dijo subiendo a su bicicleta- aunque si
esa invitación pasa a las 20:00 podría aceptar -sonrío, su sonrisa
es perfecta, ella lo es.
-Vos podes venir a la hora que quieras
-le guiñe el ojo- que tengas mucha suerte en tu trabajo, te espero
linda.
Ella se alejo en su bici pero en un
momento giro y saludo con su mano. Cada vez estoy mas enamorado de
ella y se que esta vez no va a ser como antes, no voy a dejarla ir,
no la voy a perder.
Entre a mi casa, volví a sentarme en
la silla y ver como fallaba con mi idea de ser escritor. No tenia la
mas pálida idea de que iba a tratar pero en mi estado, sin dudas iba
a ser romántica.
“Compre por primera vez en una
verdulería por teléfono, mi auto se rompió y eso me impedía ir
hasta ahí para comprar. Sonó el timbre, que rápido había llegado.
Abrí la puerta y me quede asombrado, loco por la persona que tenia
delante mio, sus ojos mirando los mios, sonriendo me dio las verduras
que había comprado, la invite a tomar algo, al menos un vaso de agua
pero no acepto. Después de eso, siempre pido a domicilio.”
No. Borre todo lo que escribí, no se
si esta bueno escribir una historia igual a la mía y menos con los
mismos personajes. Pedro, olvidate de esto, no servís para hacerlo.
Apoye mi cabeza en la mesa y comencé a
cerrar mis ojos, no había dormido nada, toda la noche escribí para
nada, todo había quedado en la nada y mis ideas de escribir cada
vez se iban agotando.
Ojala nunca despertara, pero se que eso
no va a pasar. Lo único que quiero es que mi sueño se vuelva
realidad, Paula y yo en la Iglesia. Esta noche iba a encararla, ya no
aguanto, ella no me deja pensar, concentrarme en otra cosa que no
sean sus ojos, su boca y todo de ella.
Solo tenia una hora para prepararme,
esta noche iba a ser especial. Hoy es el día Pedro, a todo o nada.
Cerré la computadora que había
quedado abierta y fui directo al baño para darme una ducha rápida y
preparar todo para ella.
Sigan la nove al costado del blog.
Comenten acá o en mi twitter @Love_PauChaves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario